El comienzo: una pasión que nació en la cancha
Me llamo Agustín Menossi. Tengo 39 años y soy el fundador de Flyhalf, una marca que nació hace 15 años, cuando todavía no tenía del todo claro cómo, pero sí tenía muy claro el por qué.
Mi vínculo con el deporte empezó a los 12 años, cuando me puse por primera vez la camiseta de rugby. Desde ese momento supe que ese juego iba a marcar mi vida. Jugué de apertura y de fullback, dos posiciones que te enseñan a leer el juego, a tomar decisiones bajo presión y a confiar en vos mismo. Eso mismo después lo llevé al mundo emprendedor.
Las lecciones del rugby que me marcaron
El rugby me enseñó valores que todavía hoy definen mi forma de ver la vida: respeto, compromiso, sacrificio, trabajo en equipo. Aprendí que no siempre ganás, que muchas veces te caés. Pero también aprendí que lo importante es levantarte, y que si lo hacés con tu equipo, todo es más fácil.
Jugué hasta los 21 años. Después la vida me llevó por otros caminos, pero algo quedó latente: las ganas de crear algo que mantuviera viva esa energía, ese espíritu de comunidad, esfuerzo y superación.
El nacimiento de Flyhalf: una marca con historia
Así nació Flyhalf. Con poco, pero con todo el corazón. Con la idea de vestir a quienes viven el deporte como una forma de estar bien. Al principio fueron camisetas, remeras, algunas prendas básicas. Pero lo que nunca fue básico fue el compromiso por hacer algo auténtico, con identidad, con alma.
Flyhalf fue creciendo. Escuchamos a nuestros clientes, adaptamos los productos, y sobre todo, fuimos construyendo una comunidad que comparte los mismos valores. Porque para nosotros, el deporte no excluye: une.
Una marca que se adapta a vos, no al revés
Hoy Flyhalf es mucho más que ropa. Es una comunidad que apuesta por la inclusión, por los cuerpos reales, por todos los que alguna vez sintieron que no entraban en una tabla de talles. Para nosotros, nadie queda afuera.
Hacemos ropa para rugbiers, sí. Pero también para quienes entrenan, se mueven, sueñan, luchan. Queremos acompañarte en esa vida activa y saludable, sin importar si jugás profesionalmente o simplemente salís a correr para despejar la mente.
Mi sueño sigue en movimiento
A mí todavía me gusta entrenar. Me sigue moviendo la misma pasión que cuando tenía 12 años. Hoy ya no entro a una cancha con botines, pero entro todos los días a Flyhalf con el mismo espíritu: el de alguien que sueña y construye.
Mi sueño es que Flyhalf siga creciendo, inspirando, sumando personas que creen, como yo, que el deporte no es solo una actividad. Es una forma de vivir. Una forma de compartir. Una forma de ser.